Análisis de las generalidades psicológicas de los inmigrantes europeos y sus anfitriones venezolanos (1945-1965) / Por Rafael Alexander Medina Silva

                Principalmente se debe mencionar la naturaleza del contingente inmigrante que realiza este proceso, pueden nombrarse dos tipos de inmigrantes, con diferentes predisposiciones psíquicas las cuales pueden regir el desempeño de estos en el lugar de arribo, en este caso en tierra venezolana; primero está el inmigrante como individuo que llega incidentalmente y por causas particulares pero, con la intención de establecerse en la tierra de adopción, éste es orientado por su criterio e influencia propia, está más dispuesto a asimilar la nueva cultura con la que se está topando, tal vez por sentirse obligado a absorberla y asimilarla para lograr su convivencia en el “nuevo espacio”. Está también el inmigrante que forma parte de una masa, de una colectividad con orientación, análisis de la situación e influencia colectiva, este individuo de masa migratoria se resiste a la asimilación en el nuevo contexto y depende netamente de las decisiones y del pensamiento de la colectividad.
                Sea cual sea el tipo de inmigrante, todos estos se están enfrentado a una realidad desconocida, lo cual puede generarles un estado de ánimo generalmente confuso a causa de las opiniones contradictorias de ideología y desempeño social tanto de los inmigrantes como de los nacionales dentro del territorio a ocupar por los primeros. En el caso de Venezuela, específicamente a partir de 1935, los inmigrantes europeos comenzaron a esparcirse a lo largo del territorio nacional, principalmente en Caracas y los centros urbanos del interior del país.
                En esta época, quienes escogieron a Venezuela como patria de adopción tenían una preparación superior a la de sus predecesores, llegaban listos para estabilizarse y progresar en este país, venían en busca de trabajos que les proporcionaran un desarrollo próspero, que lograron mayormente por iniciativa individual, esto llevo a cada grupo a desempeñarse en distintas áreas de la evolución económica de Venezuela, y no sólo en la agricultura como se estimó en un principio cuando se impulsó el proceso inmigratorio para solucionar distintas inquietudes del Gobierno venezolano. Esto habla muy bien de la libertad absoluta que se tenía en el país de acogida para escoger cualquier oficio laboral deseado, así, los inmigrantes, dependiendo sus capacidades y conocimientos se desempeñaron en diversas actividades:
                Algunos italianos se dedicaron a la agricultura, mientras que los otros se desempeñaron en el área de la mecánica, micro-mecánica, trabajos de artesanía y construcción. Los portugueses encontraron prosperidad en el comercio de víveres al detal mayormente; Los españoles en cambio, no se limitaron a un área específica, si no que se distribuyeron en diversas profesiones, desde la artesanía y el comercio, hasta una amplia gama de mecánicos, sastres, cafeteros, plomeros y albañiles entre otros.
                Los isleños, por tradición, siguieron ejerciendo la actividad agrícola, que era su gran especialidad y dejaron en manos de algunos austríacos, alemanes y húngaros la confección y comercio de ropa, joyería y relojería entre otros artículos.
                La industria petrolera, la química, las manifestaciones artísticas y el comercio en general fue desempeñado en gran medida por rumanos; mientas los griegos se orientaron hacia la industria domestica y el comercio de mayor y detal.
                Todo este proceso se desenvolvió sin orientación alguna, y bajo un proceso de evolución de la nación venezolana que hacía de imperiosa necesidad un incrento fuerte de inmigrates que quisieran cubrir el déficit de agricultores y criadores e que la era petrolera estaba sumiendo al país; se intentó tomar medidas al respecto como la Ley reinmigración y colonización del 22 de julio de1936, o el gasto de grandes sumas en solicitar grupos de inmigrantes para especializase en la explotación de más tierras del cual no podían obtener mucho provecho a corto plazo.

            Todos los esfuerzos iniciales fueron infructuosos, a diferencia de otras colonias agrícolas asentadas antes de 1936, como por ejemplo la Colonia Tovar, donde luego de superar diversos obstáculos logró establecerse una existencia próspera hasta la actualidad.

            Aunque la ley establecía la buena conducta, la moral y otras condiciones que debía cumplir el inmigrante, en realidad no se preparó al extranjero para el primer contacto con el nuevo destino, sólo los españoles parecen haber sido un poco orientados para cumplir las normas básicas que cualquier movimiento migratorio masivo requiere. Siendo así, se debe valorar el esfuerzo individual de cada inmigrante, sobre todo el italiano, que logró asimilar la nueva realidad a la cual debía adaptarse para echar nuevas raíces en el país de arribo.

            Sin embargo, no todo el proceso fue de adaptación y asimilación, también se vivió un choque psicológico debido a las necesidades económicas y sociales que sufrían tanto extranjeros como nacionales y que produjo una especie de antagonismo o xenofobia entre ambos.
            Se acusaron unos a otros de ejercer competencias desleales, hubo gran desconcierto social, pero a pesar de ello se logró la prosperidad y el desarrollo económico que el Gobierno Nacional venezolano pretendía obtener de este proceso.
            
          Muchos pueden haber sido los factores que determinaron los aspectos sociológicos que se observaron en la relación incompatible entre nacionales e inmigrantes, algunos mencionan la falta de educación que tenía el pueblo venezolano en materia de inmigración, otros atribuyen el choque a el supuesto complejo de superioridad que parecen demostrar las masas extranjeras, a pesar de estos testimonios, el fenómeno no tiene estas características como único factor generador de problemas, se debe considerar que cada uno de estos personajes está indisolublemente unido a características propias de su respectivo origen, de sus costumbres, idiosincrasia, y de otros factores.
            Esta incompatibilidad irracional y hasta cierto punto absurda se convertirá con el paso del tiempo en una compatibilidad lógica y natural que se evidencia en las relaciones del venezolano actual con respecto al extranjero en general.

Bibliografía Consultada:

MILLE, Nicola: 20 años de “MUSIUES”. Aspectos históricos, sociológicos y jurídicos de la inmigración europea de Venezuela. 1945 – 1965. Caracas. Editorial Sucre, C.A. 1965

Causas de la Emigración europea después de la Segunda Guerra Mundial / Por Danny Pereira Cardona

     Para explicar el proceso de inmigración europea a mediados del S. XX,  es fundamental entender las razones básicas que dieron cabida a su ejecución. Como primer aspecto tenemos como protagonista a la Segunda Guerra Mundial, siendo Europa su epicentro esta quedó desbastada, cosa que influyó de manera directa a los procesos de migración. Por otra parte tenemos los diferentes procesos políticos que modificaron la estructura de un estado democrático por uno comunista o absolutista influenciados por la Unión Soviética que de manera directa fue factor contribuyente a las movilizaciones de masas poblacionales hacia Latinoamérica de manera voluntaria y en otros casos de manera obligatoria. También en el caso de Venezuela tenemos como tema preciso las políticas implementadas por el estado venezolano que fomentó la inmigración que tuvo como objeto integrar aportes culturales europeos a la población venezolana.
Para poder entender el papel que juagaron las migraciones europeas en la sociedad venezolana debemos explicar las características que conllevaron a las mimas refiriéndonos de manera específica a cada país.

La Emigración Italiana
     Italia fue uno de los países más afectados durante y después de la Segunda Guerra Mundial, su estructura política, económica y social estaba en colapso, originando así  una ola migratoria hacia diversos países de América Latina especialmente hacia Brasil y Venezuela.  Provenientes principalmente de regiones pobres del sur de Italia como Sicilia y de algunos sectores industrializados del norte como Emilia-Romaña y Véneto. En las décadas siguientes a la post-guerra  años 40 y 50, más de 300.000 italianos llegaron por el puerto de La Guaira estableciéndose algunos en comunidades agrícolas pero en su mayoría de dedicaron  al trabajo en el comercio, industrias y servicios.

     Los Italianos  según la misma fuente - estaban concentrados principalmente en la región centro-norte de Venezuela, alrededor de Caracas y Valencia. Según los datos oficiales de Ministero degli Affari Esteri en Venezuela residen 124.133 italianos nacidos en Italia.[ Con esta cifra, Venezuela posee la tercera comunidad italiana más grande de América Latina; sin embargo, los descendientes de italianos nacidos en Italia, superan los 900.000 habitantes.
     Los aportes de la inmigración italiana en Venezuela han sido de gran relevancia ya que han adaptado nuevas características a la cultura general de nuestra población entre ellas la contribución a la dieta alimenticia por medio de la comercialización de la gastronomía italiana por ejemplo: la venta de pastas y pizzas entre otros. La industria del entretenimiento Ítalo-Venezolana como la música, arte y modas,  la creación de clubes deportivos como el Deportivo Italia (equipo principal de futbol del ítalo-venezolano). En la educación media y universitaria el italiano forma parte de uno de los idiomas principales en la enseñanza, en las relaciones internacionales, en el comercio, en fin una amplia gama de factores que hoy en día forman parte de nuestra cultura y sociedad como venezolanos.
Emigración Española
     En este contexto histórico vemos que la inmigración proveniente de España es diferente  refiriéndonos a sus causas, desde 1945 las migraciones hacia América latina son debidas en su mayor parte a la Guerra civil y al Régimen Franquista, ya que sus estructuras como sociedad estaban en crisis debido al colapso económico, político y social también producido por la Segunda Guerra Mundial. En el caso particular de la inmigración a Venezuela el gobierno estaba aplicando políticas de inmigración y esto proporcionó la llegada de españoles. Según fuentes oficiales de España  residen en Venezuela un total de 126.482 ciudadanos nacidos en España convirtiéndose así en el tercer país con mayor población de inmigrantes y comunidades  españoles después de Argentina y Francia.
Emigración Portuguesa
     La causa de la emigración portuguesa en cambio en este contexto si es parecida a su pasado histórico, no por ir a buscar nuevos territorios para colonizar sino que su migración se debe más a una cuestión económica puesto que el territorio portugués no era lo suficientemente propicio y fértil como para generar un modo de producción con excedentes, por el contrario sus tierras no se prestan para una expansión agrícola adecuada, esto aunado con los problemas políticos generó una discrepancia socio-económica, originando así la ola migratoria hacia América (gran numero de estos a Venezuela) donde podrían implementar sus experiencias y capacidades de trabajo, dirigido mayormente al sector comercial, industrial-agrario

Emigración Centro Europea y Balcánica
     Después de la segunda guerra mundial, Latinoamérica abrió sus puertas para el gran flujo de inmigrantes provenientes de Europa Central y de países balcánicos, entre ellos Hungría, Yugoslavia, Rumania, Grecia entre otros, a excepción del último las causas de migración es proveniente de un colapso ideológico que generó el comunismo, aboliendo este las estructuras tanto monárquicas como democráticas, originándose así una oposición férrea por grupos que optaron por dividirse del sistema para conformar sistemas anárquicos. Otras masas migratorias fueron movilizadas a Europa Occidental y a Hispanoamérica siendo difícil esta última, para una adaptación del inmigrante ya que existen contrastes a nivel cultural. 
Emigración Húngara
     Hungría como país centro sur europeo era considerado prospero ya que su agricultura, industria y comercio los mantenía en una buena condición económica, pero la Segunda Guerra Mundial afectó  sus estructuras políticas y económicas. Por otra parte también sufrió transformaciones territoriales de tal manera que su extensión normal era de 280.000km2, se redujo a 93.000km2, después del Tratado de Trianón, y su población quedó de 17 millones de habitantes  se redujo a 9 millones. Luego el socialismo Soviético se infundió en sus instituciones políticas pasando hacer así parte de la misma. La emigración húngara se caracterizó por ser violenta ya que el ejército Soviético persiguió a estas grandes masas, muchas sacrificadas y otras arriesgando sus vidas.

Emigración Yugoslava
     Yugoslavia fue uno de los países donde el colapso ideológico emanado de las vertientes izquierdistas causó los movimientos migratorios, salvo que las medidas a nivel político se tomaron desde su mismo estado y no proveniente de voluntades y autoridades extranjeras. Con la llegada al poder del Mariscal Josip Bros TITO quien fue el reformador del sistema monárquico y responsable del surgimiento del régimen dictatorial en Yugoslavia, tuvo el apoyo de algunos sectores de la población pero otros sectores optaron por la separación de este nuevo sistema originándose así la oleada migratoria yugoslava que en su mayor parte se dirigió al continente latinoamericano. 
Emigración Rumana
      En este caso vemos a un país con riquezas naturales y económicas que no requerían de una política de migración, posteriormente Romania fue absorbido por el bloque socialista durante y después de la Segunda Guerra Mundial, este factor perturbó a la población por medio de la aplicación de la doctrina comunista y sus formas habituales de hacerlas por medio de la intimidación popular, transformando el sistema monárquico que imperaba por un sistema de Republica Popular. Este cambio contribuyó a que salieran pequeños brotes de violencia que eran reprimidos por el ejército, pero los que no estaban de acuerdo con el sistema político eligieron la expatriación voluntaria  bajo amenazas ya que dicho régimen no permite las políticas de migración, por eso al igual que los húngaros los rumanos tuvieron que emigrar arriesgando sus propias vidas.

Emigración Griega 
      Grecia fue el único país balcánico que resistió al bloque comunista, pero su economía se arruinó por consecuencia de la ocupación italiana, alemana y de los búlgaros durante la segunda guerra mundial. Más de la mitad de la población se dedica a la agricultura que se desarrolla en solo el 22% de su territorio y 34%  del cual es rocoso e improductivo. El movimiento migratorio que se generó en Grecia en la postguerra fue debido a la crisis económica y a la guerra de guerrillas auspiciada por  los comunistas que trataban de apoderarse de la nación. En su mayoría los emigrantes agricultores son especialistas en el área tabacalera, por eso grandes grupos emigraron hacia América mayormente a las zonas de Brasil, Colombia y Venezuela  y en todo el mundo hay especialistas griegos en las industrias del tabaco.
Si bien todo este proceso de migración de la población de los diversos países europeos hacia América ha sido por consecuencias políticas y económicas o sociales que ha sufrido Europa, vale la pena resaltar que cada grupo de inmigrantes trajo consigo su cultura y al mezclarse con la culturas del país al que llega aporta elementos que modifican el patrón cultural de esa área. Entonces dicho proceso de aculturación es frecuente en las sociedades porque siempre están adoptando tendencias de otras culturas tales como la gastronomía, la música, el arte, la tecnología, el idioma, religión, costumbres en fin un amplio gama de cualidades que refiriéndonos a la sociedad venezolana en este caso específico nos hace una sociedad con una cultura heterogénea debido a los procesos históricos que hemos vivido.   

Bibliografías Consultadas:
-         MILLE, Nicola: Veinte Años de “MUSIUES”.  Editorial Sucre. Caracas, 1965.
-        SANTANDER Laya-Garrido, Alfonso: Los Italianos forjadores de la nacionalidad del desarrollo económico en Venezuela. Editorial Vadell. Valencia, 1978.
 VANNINI, Marisa: Italia y los italianos en la Historia de la cultura de Venezuela. Oficina Central de información. Caracas, 1966.

El Estado y la Inmigración (1936-1958) / Por Jessica Pamela Guillén Araque

La migración como proceso siempre ha significado un punto de primer orden en lo que ha políticas de Estado se refiere. En algunos casos se ha presentado como la solución factible a la sobrepoblación de diversas regiones, en otros se ha erigido como la panacea ideal para nutrir un país de hombres y mujeres dispuestos a trabajar y forjar un futuro en una nación carente del suficiente del recurso humano. El primer caso representa a la Europa de la Guerra Civil española, el segundo el de una Venezuela dispuesta a abrir una ventana a un cuerpo poblacional con ansias de dejar atrás las carencias, el yugo de la guerra, la hambruna y conseguir un país donde además de obtener paz, se alcance el beneficio económico que en su patria se le ha negado.
El Estado venezolano a partir de 1936 con el general Eleazar López Contreras como Jefe de Estado, ha trascendido como el inicio de un periodo gubernamental  donde se mira hacia Occidente y su capital humano, como la solución que requiere la economía y sociedad  venezolana para despegar hacia un exitoso porvenir, lo que implica un cambio en la política, en su más inmediato pasado, es decir, en el periodo (1908-1935) con el general Juan Vicente Gómez como presidente de la República. Este último presentaba una tendencia que refiere la aversión hacia el inmigrante, como elemento que implicaba la propagación de ideas foráneas subversivas y contrarias al régimen y que por ende podían producir desestabilización social, lo que sólo hizo factible la entrada de extranjeros a un mínimo, con la estricta condición de ser blancos europeos u estadounidenses de áreas especificas.
 El presidente Eleazar López Contreras al mando flexibilizó algunas barreras mediante la creación de una nueva legislación, como la Ley de Extranjeros y la fundación de Juntas que se responsabilizaran del proceso colonizador. Sin embargo, el estado exigió ciertos requisitos para el ingreso de extranjeros, como la idea preconcebida de arraigarse, formar una familia e integrarse a la sociedad, no poseer prontuario criminal y contar con el dominio de algún oficio como agricultores, obreros, entre otros. Además de estarle prohibido  al extranjero la posibilidad de fundar o pertenecer a organizaciones políticas, fomentar la promoción de ideas contrarias al orden establecido, un punto llamativo en las exigencias del Estado fue el requisito de ser de “raza blanca asimilable al país” y de ser posible contar con  recursos que evitaran la conversión del colono en una carga para el país. 
Muchos eran los anhelos de cambios, sin embargo subsistió una constante que es visible plenamente mediante periódicos de época como El Nacional y El Heraldo: la necesidad de blanquear la población venezolana como punto que poseia primacia en el orden de los objetivos del estado, así como la negación de la entrada de los “residuos” que Europa queria relegar al exterior y que Venezuela de evitar.

El inmigrante contó con ciertos beneficios dentro de los cuales  se estipulaban: la formación de colonias en las que se le otorgaba cierta cantidad limitada de terreno en las que estaba obligado a producir un volumen satisfactorio de productos agrícolas o en el caso de los criadores, contar con un estimado de cabezas de ganado. Todo estaba formalmente permitido de acuerdo a la ley “Ley de Tierras Baldías y Ejidos”. 
Para contar con el volumen necesario de inmigrantes, el Jefe de Estado tenia presente cuales eran los obstáculos que debía superar, dentro de los cuales se situaban el problema sanitario, las comunicaciones, la tributación y lo que no es menos importante, el fortalecimiento de la libertad al interior del país. Sin la superación de los puntos antes señalados, el presidente afirmaba que “la inmigración selecta” que se requería no sería alcanzada. De acuerdo a estas perspectivas se tomaron mediadas gubernamentales para la afluencia  exitosa del migrante al país.
Dentro de las características de esta migración es fundamental exponer el carácter de Migración Controlada por el Estado, y el objetivo de conseguir un cuerpo poblacional que se fusionara con la población venezolana. Estos lineamentos se empezaron a ejecutar con el comienzo de ensayos con el ingreso de un pequeño número de canarios y daneses campesinos organizados en 1938. Paulatinamente se organizaron los traslados de familias daneses y escandinavas, así como francesas, portuguesas y canarias. No obstante algunas no pudieron adaptarse al medio o incurrieron en oficios que chocaban con las necesidades productivas del país. 
 Paralelamente a este tipo de desplazamiento, existió la Migracion Espontanea que trajo consigo algunos porcentajes importantes de individuos. Para el control de la migración dirigida e incluso espontanea, el 26 de Agosto de 1938 se creó por decreto el Instituto Técnico de Inmigración y Colonización, con el deber inmediato de incentivar y reglamentar el proceso. Para 1939 la inmigración tutelada y espontanea contaban con 824 y 759 individuos respectivamente, distribuidos en Estados como Táchira, Sucre, Anzoátegui, Zulia, Carabobo y Nueva  Esparta según la estudiosa del tema Ermila Troconis de Veracochea.

La estabilidad con la que contaba el país fue un incentivo que logró la afluencia a la nación  de nuevos grupos poblacionales para fundar explotaciones agropecuarias e industriales en áreas que la economía nacional requería. En el país los agricultores, obreros capacitados en toda rama de oficios e industriales eran sumamente necesarios; de la misma forma eran excluidos contundentemente buhoneros, abogados, periodistas, personas sin oficio establecido. Los judíos tenían permiso limitado de entrar y laborar al país.  

Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial surgieron algunas trabas para el proceso, que no fueron suficientes como para obstaculizar el ritmo del desplazamiento de forma radical, pues con el aminoramiento de ciertos ciudadanos europeos como los catalanes, se fomentó la inmigración de portugueses de las Islas Azores y Madeira y otros residentes europeos en instalaciones del Caribe, siendo distribuidos en las colonias de Mendoza, Chirgua y Guanare o en fincas del país ubicadas en Barquisimeto, Maracaibo, La Grita por ejemplo. 
El I.T.I.C se encargó de ubicar  a los recién llegados y distribuirlos en su mayoría al interior del país, también velaba por el trato que recibían en sus respectivos campos laborales y su instalación en áreas adecuadas. A pesar de los innumerables objetivos y proyectos con los que contaba el Instituto, se vio en algunas ocasiones imposibilitado por la ausencia de las cantidades de tierras fundamentales para su funcionamiento, lo que truncó una exitosa colonización de extranjeros en algunos casos.

De acuerdo a las difícultades que a menudo se presentaban por la carencia de propiedad territorial, se realizaron solicitudes como la de concesión de tierras al Ministerio de Agricultura y Cría, consiguiendose mediante un posterior Decreto Presidencial la Hacienda llamada “La Guayabita” en el Estado Aragua, en la que se ejecutaría una “Colonia Mixta Modelo”, que correspondería a una idea Guzmancista en la confluían trabajadores extranjeros y venezolanos.

A muchos migrantes se les concedieron facilidades como créditos agrícolas y en sus respectivas colonias se procedió a la organización de algunas estructuras hidráulicas sencillas, vías de comunicación, casas, e incluso escuelas y hospitales. A pesar de la existencia de este tipo de avances no se pudo eludir algunos fracasos como el de los daneses en la colonia de Chirgua, por lo que los negativos resultados obligaron su repatriación. La escasa suerte de algunos proyectos no frenaron la promoción y fraguado de otros como: la Colonia Mixta Modelo “Guayabita”, Colonia Escuela Central en el Estado Aragua y la Colina Mixta Guanare en el Estado Portuguesa.
El éxito parcial de muchos planes radicó en la deficiente aplicación de instrumentos legales en relación con dichos extranjeros como: La Ley de Extranjeros y su reglamento, La Ley de Turismo, la Ley de sobre Actividades de Extranjeros en el Territorio de la República, Ley de Naturalización, que ntre otras, sin una aplicación adecuada debilitaron el sistema. 
Con la ascenso en el poder del General Isaías Medina Angarita en 1942, se presentaron variaciones como: la Ley sobre actividades de Extranjeros en el Territorio de Venezuela, imposibilitandoseles la formación de agrupamientos políticos a los extranjeros y quedando paralelamente legalizada también la realización de “Campos de Concentración” para internar allí a los individuos con un “alto grado de peligrosidad para la Seguridad del País”; se produjo también un considerable incremento de Colonias con la ubicación de tres en el Estado Guárico donde el Instituto aportó capitales para la producción agropecuaria y la compra de suministros en general; igualmente se aprovechó el circunstancial excedente de mano de obra en países como Italia, Austria y Alemania, estableciéndose  -posteriormente- en último caso una Misión de Colonización que a largo plazo traería algunos centenares de inmigrantes. 

Con el Golpe Militar sufrido por el presidente Medina Angarita cambió la situación socio-política venezolana. Para 1948 el Estado Venezolano era regido por una Junta Revolucionaria que no declinó la tendencia precedente y siguió promoviendo la inmigración, asignándole nuevas tierras y fincas al Instituto en el Estado Táchira, además de seguir trayendo constantemente población foránea, dentro de los cuales se encontraban yugoslavos que arribaron al país y fueron ubicados en los Estado Anzoátegui y el Estado Lara. Por otra parte, se siguió con la recepción de técnicos italianos que brindaron asesoría especializada valiosa. Además se presentó la llegada de inmigrantes austriacos, bálticos y alemane, y se buscó la ayuda de importantes entidades en el exterior para el mejoramiento de la infraestructura donde se ubicaría a los inmigrantes. Sin embargo, el esfuerzo gubernamental no impidió el regreso de muchos extranjeros a sus países de origen, mientras el país clamaba por poblamiento.  

En este periodo se reorganizó y amplió la superficie de los cultivos de las antiguas colonias y se crearon otras como: Los Montones (Estado Anzoátegui), Barbones (Estado Aragua), Ortiz y el Sombrero (Estado Guárico), que entre otras contaban con población yugoslava, española, ucraniana y portuguesa. 
 
Con los cambios sucesivos en la política venezolana y el Gobierno de una Junta Militar de Gobierno, la vigilancia se reforzó en lo que respecta al inmigrante indocumentado, con la vigencia de un nuevo organismo llamado: La Seguridad Nacional, cambiándose también el antiguo I.T.E.C, por el Instituto Agrario Nacional. Es así que durante los años cincuenta se tuvo previsto el ingreso de inmigrantes refugiados, dentro de los cuales se encontraba una considerable proporción de alemanes. Se prosiguió con el incentivo a los elementos especializados en la agricultura y cría y se percibió el apoyo de la empresa privada del interior y exterior. 
En el periodo del Coronel Marcos Pérez Jiménez (1952-1958), se produce un considerable despegue económico, que da un impulso importantísimo a la realización de infraestructura y vías de comunicación, proyectándose además “La Doctrina del Nuevo Ideal Nacional” que constituyó un punto de primordial orden en el incremento de la inmigración europea  a Venezuela.

Con el presidente Pérez Jiménez se dió una trascendental apertura del país a la inmigración, aunque se controló el tipo de inmigrante de acuerdo a las necesidades que imperaban en la nación estableciendo un sistema de cupo. Asimismo se presentaron facilidades de ingreso, que aunadas a la disminución del costo de la vida,  trajeron consigo una oleada de  inmigración espontanea de importancia. 
            
           Los inmigrantes de procedencia europea que tuvieron durante este periodo una presencia más destacada fueron los españoles, canarios, portugueses e italianos, que eran controlados mediante una política de carácter nacionalista que abogaba por la prevalencia de la idiosincrasia venezolana. 

Como Venezuela estaba adscrita a organismos como el Comité de Inmigración Internacional y el Comité Intergubernamental para las Migraciones Europeas compuesto por países de origen de migrantes como Alemania y Austria, y países receptores como Estados Unidos y Venezuela, se facilitaron algunos traslados. 
Otro proyecto de trascendencia fue la iniciación de una industria Siderúrgica en el Estado Bolívar, que fue uno de los centros de atracción de personal obrero y especializado foráneo. La presencia del italiano es destacable durante este periodo, incluso llegó a estipularse que su ingreso al país fue superior al prevaleciente migrante español y canario. 
Durante este proceso la actuación de la maquinaria estatal en lo que a la migración respecta, no ha sido plenamente profundizado. A pesar de este inconveniente, debe situarse la significación del proceso migratorio del europeo a hacia Venezuela como un hecho fundamental para entender el desarrollo de los acontecimientos históricos, cambios y continuidades en la Venezuela contemporánea.

Bibliografías Consultadas: 

VERACOCHEA Troconis, Ermilia: El proceso de inmigración en Venezuela.  Caracas, Biblioteca Nacional de la Historia, Tomo 41. 1986
MORNER, Magnus: Aventureros y Proletario: los emigrantes en Hispanoamérica. Madrid, Editorial Maifre, 1992.
            ACOSTA Saignes, Miguel: Historia de los Portugueses en Venezuela. Caracas, Publicaciones de la Dirección de Cultura de la Universidad Central de los Andes. 1959

América Latina y los "nuevos" ocupantes / Por Nelson Javier García Pernía

     Todo viaje migratorio es por naturaleza un viaje al azar, plagado de vicisitudes de diversa índole, en donde la travesía impone sus obstáculos hasta llegar al espacio escogido como la última morada, donde las difícultades no cesarán y saltarán a la vista para hacer del proceso de adaptación algo complejo e intrincado.

      El hombre, en su largo tendido histórico pareciera caracterizarse por estar de un lugar a otro, migrando para poder garantizar su supervivencia como especie; dominando ecosistemas, derribando cualquier tipo de obstáculos y haciendo de su entorno algo subordinado para lograr el menesteroso proceso de reacomodo, sea cual sea el espacio a habitar.

     El ser humano, y nuestra realidad es muestra de ello, ha demostrado ser la especie capaz de dominar cualquier espacio o ente que se le antoje, es la especie que se ha emancipado por sobre todas las existentes para lograr ser lo que es, el dominador. Este, por sus excelentes facultades ha derribado cualquier paradigma y ha llevado hasta sus últimas consecuencias la prodigiosa capacidad de razonar propia de dicha especie.

     Este hombre de naturaleza extraña es un forastero que pareciera no tener rumbo fijo, siempre está en constante movimiento, esto desde que dió sus primeros pasos. Dicho esto, cabría mencionar, aunque con algunas resercas, que todos los espacios del mundo han sido poblados por migrantes que los han configurado según sus más íntimas necesidades.

     América, y particularmente América Latina, es un continente de inmigrantes que llegaron en un momento dado y que todavía no paran de llegar en nuestro más reciente pasado; en un primer momento bajo la denominación de pobladores primigenios que se consolidaron como sociedades complejas, y luego aquellos bajo el concepto de exploradores o conquistadoresy, vinculados a ellos, aquellos que fueron trasladados pasivamente bajo el signo de la esclavitud. Esta constante afluencia de migrantes hacia el llamado "Nueco Mundo" no cesó, por el contrario, se intensificó una vez llegado el siglo XX.

     En las postri,erías del siglo XIX latinoamericano se verá la llegada de contingentes humanos de diversas nacionalidades, fundamentalmente del mundo occidental europeo, y en menor medida de la zona oriental de dicho continente, este fenómeno es producto de una reconfiguración del panorama socioeconómico de este espacio, que invitarán a una gran masa poblacional a invadir y hacer del poco exploradoespacio latinoamericano, un lugar habitable para empezar un nuevo juego, o lo que es lo mismo, una nueva vida con posibilades o no de retorno.
"En 1870 la población total de América Latina se estima que alcanzaba los 41 millones de habitantes, pero la tasa de crecimiento, que se aceleraba al comenzar el siglo actual, y la contínua llegada de inmigrantes, lleva las cifras para 1914 a los 82 millones."
      Evidentemente la llegada de "nuevos" pobladores supuso una transformación radical en algunos países, en la estructura demográfica de dicho espacio latinoamericano, hecho que se acompaña al mismo tiempo de la llegada de nuevas ideologías o corrientes de pensamiento (Positivismo, Anarquismo, Marxismo) para continuar esa enconada lucha de la consolidación última del Estado-Nación latinoamericano.

Bibliografía Consultada:
MARTÍNEZ DÍAZ, Nelson: América Latina en el siglo XX. Barcelona, Ediciones Orbis, 1986. p.47